¡FELIZ DÍA MAESTRAS Y MAESTROS!


¡Buenos días! 
Si hoy tengo este papel aquí en la mano, y la capacidad de escribir estas palabras en una hoja -o pc- y leerlas… Es decir, si hoy tengo esta capacidad, casi mágica, de poder elegir entre todos mis pensamientos y sentimientos posibles, algunas buenas ideas para compartir con ustedes en este Día del Maestro... y de la Maestra.
Y que estas ideas escritas, con las que estoy intentando hoy expresar aquí mis sentimientos más profundos de amor y agradecimiento hacia quienes fueron en su momento mis maestras y maestros de escuela primaria, quienes me enseñaron (y les aseguro que con la misma cantidad de paciencia y dedicación con la que les estamos enseñando hoy a ustedes -sino más inclusive-) a leer y escribir, a dudar, pensar; a expresar mis ideas y sentimientos libremente, es decir, con responsabilidad. Además de: jugar en grupo, pintar, cantar, ser y hacer, hasta haberme convertido hoy, de algún modo y casualmente, en su maestra del aula del silencio y de mediación escolar…
Porque, ser Maestra, ser maestros, es una cosa especial; es sumamente importante y valioso. Y es un honor además -cómo se mencionaba recién en el himno a Sarmiento-. Es un honor poder ir compartiendo espacios del saber y el amor, con las familias; pero intentando ir también un poco más allá en este darles alas a nuestras niñas y niños, y ayudándoles a desplegarlas, para que crezcan felices y libres; concientes y trascendentes.
Leía ayer un texto de Jiddu Krishnamurti, gran filósofo de la vida (gran maestro, escritor, orador), nacido en la India hace más de un siglo atrás: "La Educación y el Significado de la Vida".  
Según Krishnamurti “la función de la educación es crear seres humanos integrados, y por lo tanto, inteligentes”. Inteligencia vista no como una mera acumulación de “información” que nada más se deriva de los libros, sino, como “la capacidad de percibir lo esencial, lo que ES”.  Y educación, “como el proceso de despertar esta capacidad en nosotros/as mismos/as, y en las demás personas”. Y así llegar a construir y habitar juntas/os un planeta de “hombres y de mujeres integradas, libres de temor (…) porque sólo entre tales seres humanos, puede haber paz duradera”.
Eso escribe, o bien habla, años atrás, este gran filósofo de la vida, cuyas ideas ayudaron a las fundadoras y fundadores de Siglo Nuevo: Gabriella, Camilo, Josefina, Sandro, a construir las bases de esta hermosa escuela primaria, Siglo Nuevo, cuyo eje es una Educación Global para la Paz y en Valores Humanos Universales.  Grandes Maestras/os también…
Entonces, hago extensivo ahora este agradecimiento tan profundo a las maestras y maestros -que nomás ayer me enseñaron a abrir las propias alas del alma y del ser integrada y feliz-, a todas Las Maestras y Maestros que hoy aquí, en Siglo Nuevo, con el mismo amor y vocación eligen dedicarse día a día a ello mismo (cada semana, mes, año; de primero a séptimo grado) es decir, enseñarles a ustedes todo esto hermoso que están aprendiendo…
Y por Maestras y Maestros estoy hablando aquí, principalmente: de Romina y de Paola; de Claudia y Analía; de Javier, Román y de Sandra, todas sus maestras y maestros en el aula, quienes les enseñan a leer y a escribir -y todas las demás cosas-, pero especialmente “a percibir lo que es, lo esencial”, y así poder integrarse, para de a poquito lograr, entre todos/as, un mundo realmente en paz.
Y por ello mismo hay que nombrar entonces a todas las demás Maestras y docentes de las variadas artes y disciplinas que también se enseñan -y con amor- aquí, en Siglo Nuevo, comenzando por Jorge, Ema y Javier, quienes nos enseñan de la necesidad del orden, el cuidado, la presencia. Y así mismo son Maestras Hebe y Susana, allá en la secretaría, quienes también ayudan a ir formándoles  como seres humanos de bien, y con valores. Daniela… y desde luego, todo el resto del equipo de Maestras de Siglo Nuevo: desde la directora, María Inés, y la vicedirectora, Cristina; hasta las Maestras y Maestros de todas las áreas especiales: Alejandro, Lucas, Cecilia, María, Diego, Eduardo; Sandra, Macarena, Julieta, Nadia. Más los y las docentes integradoras en el aula, junto con Cristina, y las maestras de inglés: Miss Evelin, Tamara, Roxana; Miss Vanina, Nicole, Sofía, Mónica, Bibiana y Miss Lilian. 
Sin olvidar ese otro gran Maestro que tiene Siglo Nuevo -hace décadas ya- y hoy, su representante legal, quien también está aquí presente: Giorgio Christeller…
Para todas y todos ustedes, que están aquí en nuestro colegio enseñando y acompañando a nuestras niñas y niños en una Conciencia Planetaria, en nombre de la Fundación Pio Roncoroni, un profundo e inmenso GRACIAS, y un invito a todas las personas aquí presentes a dedicarles, es decir, dedicarnos,  un fuerte aplauso. 
¡Gracias!

Irupé Christeller

Fundación Pio Roncoroni
Buenos Aires, 10 de septiembre de 2014 

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