Hola a todos. ¿Cómo están? Estoy
muy contento de estar aquí hoy con ustedes.
LA PAZ Y EL NUEVO MAPA DE LA REALIDAD, Ervin Laszlo, 30-10-2016
Ver video: El Dr. Laszlo habla de su visión sobre el futuro de la humanidad
Ahora vengo de estar con otro grupo, en un lugar en las afueras
de Buenos Aires. Hablé en el ITBA, Instituto Tecnológico de Buenos Aires y también
en un Congreso Mundial de Cirujanos, al que para mi sorpresa me invitaron.
Es muy bueno estar relajados para hablar sobre este tema que
es muy importante; asique, no voy a hacer nada demasiado formal. Quiero solo compartir con ustedes algunos
pensamientos.
¿Por qué tenemos guerra?
La respuesta más simple es porque tenemos enemigos. Un enemigo es alguien que cree que EL OTRO es
su enemigo; alguien que no quiere buenas cosas para nosotros, sino malas cosas.
Supongamos que la persona está
equivocada, que NO hay una razón para tener enemigos. Quizás si la gente se diera cuenta de que no
somos enemigos, de que somos amigos, aún más, miembros de una misma familia,
las cosas serían diferentes. La gente no se pelea cuando entra a la familia,
por lo menos en las familias normales. ¿Qué pasaría si reconociéramos que la
humanidad es una familia? ¿Es esto solo una expresión de deseos? ¿O tal vez
tenga algo de realidad?
Ustedes escucharon a Alexander Laszlo
hace un rato. Creo que si se toma con seriedad lo de las conexiones, sabiendo
que estamos conectados, entonces nos daremos cuenta de que somos todos iguales.
Somos parte del mismo origen. Compartimos el pasado, compartiremos el futuro.
¿Por qué no encontrarnos AHORA en el presente?
Muy brevemente, ¿cómo puede ser
que tengamos ésta idea de que el otro es un enemigo? Cuando comenzó el desarrollo humano, empezamos
a relacionarnos entre nosotros. Aristóteles decía que los humanos somos “animales
sociales”. Empezamos a crear grupos.
Primero grupos de parentesco con relaciones familiares. Después grupos basados
en territorios, que compartían el mismo espacio. Luego empezamos a compartir lo que hoy
llamamos la misma cultura, las mismas ideas.
Empezamos a darnos cuenta de que había otros grupos y a relacionarnos
con ellos, ya sea en forma amistosa o no. A veces teníamos conflictos de
territorio, de recursos, de poder: ¿de quién es esta tierra? ¿me pertenece a mí
o le pertenece a otro? Y empezamos a hacer algo que no hace ningún animal, a
pelearnos con otros no porque necesitáramos comernos mutuamente, sino por estos
temas. Estas comunidades empezaron a
crecer; primero fueron aldeas, luego ciudades. También hace miles de años, existían
los imperios. El imperio egipcio, el imperio chino, el imperio indio y varios
imperios en la Mesopotamia. Ellos creían
que eran mejores que los otros. Entonces
usaron la fuerza y el poder para asegurarse privilegios sobre los otros. Así, nos separamos cada vez más de lo que es
el resto de la naturaleza, de todas las otras especies. Mientras había espacio, mientras había
recursos, si no podíamos en este lugar, nos movíamos a otro. Gradualmente colonizamos todas las áreas
habitables; cada vez colonizamos más las zonas muy frías, muy calientes,
también los mares y hasta el aire. Pero ya
no hay más espacio, ya no podemos colonizar más. Todo lo que podemos hacer es comenzar a
compartir lo que hay aquí. Desarrollamos nuevas ideas, una forma de pensar que
es competitiva, que no tiene que ver con compartir, en especial en el mundo
occidental desde la Edad Media. Las
grandes civilizaciones del Este tienen una orientación subyacente que tiene que
ver con la armonía, con la búsqueda de la coexistencia de unos con otros. Esto me llamó la atención en los lugares del
Este: detrás de la fachada competitiva
de sus líderes, hay algo subyacente que es un deseo de vivir en armonía. Esto
es verdad en India, en China y en las llamadas culturas de Confucio. Esto
también es verdad en Japón, por lo que no es sorprendente que la Declaración de
Fuji venga de allí. Pero el mundo
moderno, en los últimos cientos de años, se va occidentalizando.
Esta mentalidad que
desarrollamos en occidente de que TU ERES YO, no es NOSOTROS, es un YO singular,
dio lugar a tremendas estructuras políticas y económicas. Esto crea
polarización, polariza al mundo. Este
soy yo, éste eres tú. Asique vuelvo a
decir, mientras podíamos colonizar porque había más espacio y más recursos,
había alguna solución. Ahora tenemos lo
que tenemos y debemos aprender a vivir con esto, con lo que hay.
Vivimos en una especie de nave
espacial, que es una nave natural y no artificial. Nuestro planeta tiene una
cierta cantidad de recursos materiales, pero ya no le podemos agregar más. La
única materia que podría entrar ahora serían los meteoritos y esperemos que no
sean demasiado grandes, porque crearían problemas. Tampoco podemos sacarnos
cosas de encima. ¿Qué haríamos? ¿Ponerlo en una nave espacial y mandarlo al
sistema solar? Asique nada entra, nada sale. Entonces tenemos que encontrarnos
aquí con lo que tenemos.
Otro de los recursos que no
podemos olvidar es la energía. Cuando se
habla de problemas de energía me parece ridículo, ya que ahora tenemos más
energía por km cuadrado en la Tierra de la que podemos consumir. Si la usáramos plenamente, sería suficiente
para toda la energía comercial de un año.
Vivimos en un flujo de energía procedente del sol. La energía viene, la podemos usar y después,
vuelve al espacio exterior. No hay ninguna
diferencia si la usamos o no. Es como cuando tenemos un molino de agua: el agua
entra, hace girar el molino y luego sale. No hay ninguna diferencia si usamos
este molino para algún otro destino. Nos
olvidamos que tenemos este maravilloso flujo de energía y en cambio usamos la energía
que ha sido acumulada, que ha sido guardada: la energía fósil. Es verdad que ahora usamos cada vez más
energía solar, pero no la suficiente todavía.
Adicionalmente, otra fuente de energía es la nuclear. Esto es un equilibrio entre lo que entra y lo
que sale. Si lo cambiamos, se modifica todo
el equilibrio del planeta. Estamos
usando muchas otras fuentes como las huellas de carbono y, en definitiva, estamos
creando el calentamiento global. Estamos
ignorando y mal utilizando nuestra fuente natural de energía.
Otro tema es la cantidad limitada
de recursos materiales que no estamos usando bien. Realmente deberíamos reciclar todo aquello
que fuese posible; es decir, tomar la energía que ya hemos usado y volverla a
usar una y otra vez. Tendríamos que usar
la energía que fluye, y no la que está acumulada; es como usar el capital, en
vez de usar los intereses. Vivir de una manera básicamente sustentable en este
planeta no es difícil.
En cuanto a la población, a
fines del siglo XIX había mil millones de personas. Hoy somos más de siete mil millones de personas,
y en 30 a 35 años habremos duplicado esta población. Esta curva de crecimiento está disminuyendo un
poco, asique no es todo tan negativo.
Tenemos muchísimos motivos para
estar estresados. Ya no vivimos en un mundo paradisíaco y natural. No estamos
en contacto con la naturaleza y hemos perdido nuestro sentido de unidad, de
armonía con ella. Como no tiene mucho
sentido estar enojados con la naturaleza (aunque bastantes personas lo hacen)
entonces, nos enojamos unos con otros. Estamos
decepcionados porque no nos va tan bien como a otras personas, entonces queremos
conseguir y tener lo que otros tienen. Si tenemos privilegios, queremos mantener esos
privilegios y excluir a otras personas de que los tengan. No tenemos un mundo total y armónico, sino muchas
“particiones” peleándose unas con otras.
Este estrés también se muestra
en la forma de pensar y de sentir de las personas. Tenemos continuamente
guerras, que no se detienen en este planeta.
Los grandes poderes tienen que tomar partido, no para resolver el
problema sino para ganar, para tener más poder. Además, contamos con un sistema
económico tremendamente poderoso, basado en la idea clásica de que cada empresa
es responsable sólo por sí misma. Paul Samuelson, el gurú de la
economía, dijo en la década del 70: “Una compañía es responsable por sus
accionistas y por nadie más”. Su única
tarea es hacer más dinero para sus accionistas. Esto se les hace bastante fácil a los gerentes,
que piensan: “no me importan los problemas que yo creo; mientras yo haga más
dinero para mis accionistas, estoy haciendo bien mi trabajo”. Si los accionistas también creen esto, pueden
echar a un gerente que no haga esto por ellos. También los gobiernos políticos que se llaman
soberanos, quieren decir que sólo son responsables por sus propios habitantes.
Una parte muy grande de éste sistema está trabajando solo
para sí misma. Tenemos una enorme
población de siete mil millones de personas organizadas en pequeños grupos que
sólo son responsables por sí mismos. Como
la pelea se hace cada vez más aguda por el agua, los recursos, el territorio, esta
pelea aumenta más y más. En lugar de compartir, competimos con nuestros enemigos.
No tenemos amigos, casi ni familia. Sólo
reconocemos que vivimos en el mismo planeta y que lo mejor es hacer cada uno lo
que pueda por sí mismo.
Pero pensémoslo de otra manera, pensemos que todo éste
planeta es UN SISTEMA VIVIENTE. Los
organismos que existen son complejos, tienen distintos órganos y distintos
sistemas. Pero no se pelean unos con
otros, porque si lo hicieran destruirían al organismo todo. Cada uno tiene que
cumplir con su propia función para colaborar con los otros. El corazón late para que pueda circular la
sangre y llevar el flujo de oxígeno; el hígado, digerir el alimento que
tomamos; nuestro cerebro se supone que nos orienta en el mundo para que podamos
encontrar nuestros recursos, nuestros socios y compañeros. Si hubiera un grupo de células que dice: “yo
no me ocupo de los demás, yo hago lo mío y lo que quiero” ¿qué es lo que
obtenemos? CÁNCER: una ruptura de la
participación y la colaboración en un sistema.
De una forma más general, podríamos pensar a todas las enfermedades como
una ruptura de la comunicación. A veces
es desagradable y duele, pero no necesariamente nos mata. Si la ruptura de éste flujo de información se
vuelve crónico, se va destruyendo el organismo.
Entonces volvamos ahora a la familia humana, al sistema
humano en el planeta. Si tenemos un grupo político o un grupo económico que
sólo se toma en cuenta a sí mismo y no a los demás ¿qué es lo que ocurre? Sería
el mismo problema: tarde o temprano, todo el sistema no podría funcionar más. Esto se vuelve un problema muy serio, porque
tenemos que compartir los recursos que tenemos y hacer un mejor uso del flujo
de la energía.
Ahora quiero hablar sobre lo positivo, las perspectivas
futuras positivas.
¿Por qué nos comportamos de esta manera? ¿Cómo podemos
cambiar la forma en que nos estamos comportando? Aquí hay realmente un concepto
y es la CONSCIENCIA. Einstein dijo que
no podemos resolver los problemas en el mismo nivel de consciencia en que
fueron creados. El lo sabía muy bien, porque estaba tratando de resolver los
problemas de la física Newtoniana; sabía que no podría resolverlos con el mismo
pensamiento de la física Newtoniana. Asique
creó un nuevo sistema que podemos llamar un nuevo paradigma: de la
relatividad. Esto se aplica también a
nuestros problemas de cada día, no podemos resolver un problema en el mismo
nivel en que lo hemos planteado.
El paradigma que hizo surgir el problema es lo que
llamamos el paradigma reduccionista y materialista, basado en el paradigma de
Newton. Al margen de esto, quiero decir
algo a favor de Newton: él era también un místico. Escribió su teoría en un volumen que iba a
ser el primero de una serie de volúmenes; los otros, iban a hablar de su
filosofía. Las notas para estos
volúmenes están conservadas en la biblioteca británica, pero nunca los llegó a
escribir como libros y nunca los publicó.
Quizás uno de los problemas por los que no lo escribió, fue porque se
volvió muy exitoso.
El mundo parecía comportarse para obedecer esta ley
mecanicista. Un ejemplo de un mecanismo
simple es una bicicleta: si el pedal no funciona se puede cambiar el pedal, se puede
intercambiar cualquier parte, la puedo sacar y volver a poner. Pero no se puede hacer esto con un organismo
viviente, porque cada parte que uno va a tocar está comunicada con todas las
otras partes del organismo. Por
supuesto, una vez que un organismo viviente murió no se puede hacer que viva
nuevamente. Esto funciona del mismo modo
para las especies: una vez que están extintas, (por más que pensemos en
Jurassic Park) extintas están. No somos
mecanismos, no vivimos en un mundo mecanicista.
Una de las cosas que vemos en el paradigma de la relatividad es que
todas las cosas están relacionadas, no con algo sólido sino relacionadas unas
con otras. No hay un soporte de las partículas;
existen en el espacio. Después de la
revolución de Einstein, la revolución cuántica nos muestra todavía más como
todo está conectado, incorporando las ideas de coherencia e interconexión.
Empezamos la era moderna creyendo que podemos hacer lo
que queremos con la naturaleza, que podemos manipularla. Manipulamos a las
personas y ciertamente manipulamos la naturaleza y el mundo físico. Entonces este es el paradigma anterior, el
paradigma viejo: todo está separado, las cosas están mecánicamente conectadas,
y podemos tratarlas por partes. Hay
grandes avances en la tecnología, porque nos podemos concentrar en una sola
área y avanzar mucho en esa área. Pero
el efecto que esto tenía sobre el resto no era siempre evidente; lo llamábamos
efectos secundarios, efectos colaterales y no siempre se veían a simple vista.
Ustedes que son un grupo que están acostumbrados a usar
la meditación y a vincularse unos con otros.
Lo que uno hace a los demás, se lo hace a sí mismo porque uno es parte
del otro. Es una forma totalmente
diferente de pensar. Mi trabajo ha sido
investigar, encontrar los nuevos descubrimientos en física y en cosmología para
mostrar un verdadero soporte que apoya esta forma de pensar. He sido muy influenciado por un antiguo
colaborador de Einstein que es Alfred Whitehall que tiene una visión del mundo
que tiene que ver con los procesos; asi como con sus seguidores, Willis Harman entre
otros. Esto es el proceso holístico de
pensamiento.
¿Cuáles son las posibilidades de que podamos superar ésta
forma de pensar materialista y entrar en una forma de pensar holística? Las chances son muy buenas porque cuando uno
va hacia adentro de sí mismo, se convierte en una consciencia holística. Esta
es la verdadera naturaleza humana. Ahora
descubrimos que los humanos, los átomos, las galaxias y las partículas, todos
viven de esta manera. Uno de los
científicos más reconocidos como Max Planck dijo: “Después de pasarme toda la
vida estudiando la ciencia más básica de los átomos y las partículas, hoy les
puedo decir que no existe tal cosa como la materia. Hay vibraciones en un campo que se mantienen
juntas por una inteligencia superior” ¿Les parece esperable que un físico diga
una cosa semejante? Ahora los físicos están diciendo esto.
Erwin Schrödinger también dijo algo similar y también
sorprendente: “Consciencia no es una palabra que se pueda usar en plural, ya
que existe una sola consciencia”. Porque
la consciencia es un holograma, es una inteligencia en forma de holograma. Toda la información que hace que éste
universo sea lo que es y no algo azaroso, está en un único holograma que
contiene todas las leyes de la naturaleza, y está presente en todo: en ustedes,
en mí, en un ratón y en la galaxia, todos somos parte de esto. Ustedes creen que esto es metafísica, pero hoy
esto es una muy seria teoría holográfica del universo.
No quiero tomar demasiado tiempo más, pero quiero
enfatizar algunos puntos: Lo que ustedes
creían que es el mundo real no es el mundo real. Tampoco es un sueño, sería una
pesadilla. El mundo es mucho más como un
gran pensamiento, que como una gran roca. Esto lo dijo hace cientos de años.
Lo que encontramos ahora es un universo que
milagrosamente se sostiene unido por una inteligencia superior y nuestra vida,
nuestro organismo es una expresión biológica de ese universo. Nuestra mente, si
funcionara bien, nuestra consciencia también podría ser una expresión de ese
universo. Algo que está claro para mí e
imagino que para muchos de ustedes también, es que la consciencia no es algo
que produce el cerebro. La consciencia
es como un programa de televisión: aunque ustedes apaguen el televisor el
programa está ahí igual. La consciencia es un fenómeno del cosmos, es tan
básico como la energía, como la información.
¿Cuáles son las posibilidades de que podamos adoptar una
nueva consciencia? Bastante buenas. Una manifestación de esto está emergiendo,
viniendo a la superficie a través de las generaciones de jóvenes, en la
cultura, en la popularidad de la noción del amor incondicional. Está creciendo
muy rápidamente la importancia de la meditación, del mindfulness y de entrar en
niveles de consciencia más profundos. Lo
que tenemos que reconocer son dos cosas: la
primera, es que ésta es nuestra verdadera naturaleza, y la segunda, que es una
necesidad absoluta y precondición de nuestra supervivencia.
Grupos como éste, como ustedes, están en el buen camino. Asegúrense
de replicarse y no es difícil. Gandhi
dijo: “sean el cambio que ustedes quieren ver en el mundo”. Ahora podemos decir que, dado que nuestra
consciencia es parte de un holograma, si nosotros cambiamos el holograma cambia
también.
Creo que un día la guerra va a ser obsoleta cuando
reconozcamos que todos somos parte de un mismo organismo viviente. Entonces viviremos en paz. Si no aprendemos esto, vamos a destruirnos unos
a otros y vamos a destruir el planeta. Soy
optimista y creo que hay un nuevo movimiento.
Nuestro trabajo, nuestra misión, es tratar de facilitarlo. Nuestro trabajo es co-evolucionar con toda la
vida del planeta.
LA PAZ Y EL NUEVO MAPA DE LA REALIDAD, Ervin Laszlo, 30-10-2016
Muchas gracias al equipo de Paz Activa quien desgrabó y filmó esta valiosa conferencia, y nos la hizo llegar, para difundir, por intermedio del Consejo de Paz de la República Argentina. ¡Gracias!